miércoles, 30 de marzo de 2011

Obama firmó una orden para dar apoyo a los rebeldes en Libia


 El presidente Barack Obama firmó una orden secreta autorizando el respaldo encubierto del Gobierno de Estados Unidos a las fuerzas rebeldes que buscan deponer al líder libio Muammar Khadafy, aseguraron funcionarios gubernamentales a Reuters y que luego fue confirmado por declaró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Al final son enemigos o amigos (para que le regalen armamento a alqaeda)
Obama firmó la orden, conocida como "conclusiones presidenciales", durante las pasadas dos o tres semanas, de acuerdo a cuatro fuentes del Gobierno de Estados Unidos que conocen la situación a la agencia internacional de noticias.
Esas órdenes son una forma de directiva presidencial usada para autorizar operaciones secretas de la CIA. Tanto la Agencia Central de Inteligencia como la Casa Blanca declinaron hacer comentarios sobre el tema.
Mientras tanto, los opositores al régimen de Khadafy perdieron hoy el control de dos centros estratégicos petroleros, las ciudades de Ras Lanuf y Brega, que habían conquistado la semana pasada en medio de los ataques aéreos de las potencias occidentales, mientras fueron reportados al menos 18 muertos en Misurata.
Las fuerzas que respaldan al líder libio tomaron hoy posiciones en la ciudad de Ras Lanuf, donde hay una gran refinería, aunque en tanto aviones franceses bombardearon a tropas del gobierno.
Los rebeldes habían anunciado una llegada inminente a Sirte y su conquista, pero su avanzada hacia el este los dejó expuestos a la artillería pesada de las fuerzas de Khadafy. Aparentemente, sobre el gran despliegue para rechazarlos no recibieron aviso alguno de la coalición que controla el cielo libio.
"Estábamos en la puerta oeste de Ras Lanuf y fuimos bombardeados", dijo Faraj Muftah, de las fuerzas de la oposición, en una jornada en que el gobierno de Trípoli advirtió que demandará a las compañías internacionales que realicen acuerdos con grupos rebeldes para comprar petróleo. Testigos dijeron que decenas de rebeldes se replegaron hacia el este y otra fuente de la oposición relató que aviones franceses "llegaron y bombardearon a las fuerzas de Khadafy", pero eso no evitó el repliegue.
Los milicianos de la "Revolución del 17 de febrero" buscaban hoy reorganizarse en la localidad de Ajdabiya, desde donde hace diez días fuerzas de Khadafy habían intentado el asalto a Bengasi, a unos 160 kilómetros de distancia, antes de ser obligadas a la fuga por los bombardeos aéreos de Francia.
De acuerdo con fuentes gubernamentales de EE.UU. el costo de los 10 días de operaciones en Libia le demandaron al Estado norteamericano una suma de 550 millones de dólares, y no existe una idea clara de cuánto acabará costando el total de la operación a las arcas públicas. Hasta ahora, la mayor parte del gasto, hasta un 60%, deriva del lanzamiento de bombas y misiles, y el resto corresponde al coste del despliegue de las tropas a la zona, y el combustible para las operaciones aéreas.
Hasta el momento, se han lanzado 192 misiles Tomahawk sobre Libia, cuyo valor aproximado es de 1,5 millones de dólares por unidad. Además, se calcula que los cazas estadounidenses consumen cada hora de vuelo combustible por valor de 7000 euros.
La previsión del Pentágono es que, si se prolonga la zona de exclusión aérea hasta el mes de septiembre, el gasto para las arcas públicas alcanzaría los 800 millones de dólares.
Ratificación y rechazos. El gobierno de Estados Unidos ratificó hoy que estudia la provisión de armas a los opositores libios, según declaró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, mientras el primer ministro británico, David Cameron reiteró que Londres también considera esa posibilidad. En cambio, el gobierno italiano se pronunció en contra, así como los de Noruega y Bélgica. En Washington, Carney reconoció que no se puede prever "cuándo Khadafy dejará el poder".
La cancillería de Libia, por su parte, afirmó hoy que la idea expresada el martes por Francia y Estados Unidos viola la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 1.973 y equivale, además, a respaldar a "terroristas". La posición de París y Washington fue rechazada ayer por el secretario general de la OTAN, Andrés Fogh Rasmussen, quien argumentó que la resolución de la ONU habla de "proteger a la población, no de armarla".
Rusia manifestó hoy su rechazo a que las potencias occidentales entreguen armas a los grupos rebeldes y el presidente chino, Hu Jintao, manifestó a su colega francés, Nicolas Sarkozy, que esa iniciativa puede incurrir en violaciones al mandato de Naciones Unidas.
La cancillería italiana advirtió que proveer armas a los rebeldes es una "medida controvertida, extrema y que ciertamente dividiría a la comunidad internacional". El gobierno de Obama escuchó dentro de su país expresiones de reserva ante la iniciativa, sobre todo por la presunción de que entre los grupos armados activos en Libia pueda haber miembros de la red Al Qaeda.
Esta ideología que esta llevando los países del primer mundo seria algo así "si no son terroristas  de nuestro país no pasa nada, regalemos armamento" medio irónico pero lamentablemente es muy cierto.
Fuente:La Nacion.

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